IM Mallorca. I would risk my neck again, over and over again..Sep 2015

20.09.2015 15:00

 

Había sido una velada inolvidable!!. Un entrante en forma de ensalada de emociones y sentimientos, aliñada con una exótica vinagreta de enfermedad, cariño y amistad, y servida en el ciclogénico edén de Port Mcquarie-Australia. Casi sin solución de continuidad, se me presenta un autentico chuletón del Pirineo francés – de los que llevan hueso- que desde el primer bocado me seduce, me conmueve, me teletrasportan a una dimensión donde todo es posible. Florecen en mi interior aspectos de mi persona que yacían secos y marchitos por el gélido aliento del miedo. Tras el último bocado, que me negaba a tragar, descubro los efectos inmediatos que el Altriman ha producido en mi interior. Me siento fuerte, libre y seguro (como las compresas), psíquica y emocionalmente satisfecho y sereno como una balsa de aceite dentro de una burbuja gigantesca. No me entraba más!!. Me levanto de la mesa con mis pensamientos sumidos en la galaxia eXtri de un universo contiguo, cuando se me acerca el camarero y me dice: “Le recuerdo que el Sr. ha pedido de postre una ensaimada mallorquina rellena de 226 km de cabello de ángel”. Joooder… ¿¿y esto quien se lo come??. ¿Me lo puede envolver para llevar?, me responde “ No Sr. normas de la casa”. Me vuelvo a sentar lentamente, pensando en cuál sería el mejor flanco para enfrentarme al postre de la temporada, el IM Mallorca.

Me tomo un breve respiro náutico para intercambiar confidencias con mi amigo Eolo Tramontana en su residencia de verano de la Ribera del Cap de Creus, llevando conmigo a mi inseparable “M&M crew” (Mireia y Marc). El reinicio de mis entrenamientos en agosto se ve interrumpido por un maquiavélico calendario de guardias en el hospital y por consecutivos ir y venir transoceánicos a dar conferencias en Brasil y Perú, embriagado por un soporífero coctel de neurociencias, gastronomía y jet-lack. Vamos, era una especie de “vedet de la ciencia” con faldilla corta que se resistía a bailar por temor a que le manosearan sus preciadas piernas de triatleta. Llega septiembre, quedan tres semanas para la segunda edición del IM de Mallorca. Sé que con el entreno acumulado del año necesitaría solo pequeños ajustes para llegar en condiciones a la cursa. Desempolvo a mi querida Mónica Cervelo, que le echa una mirada entre triunfal y sarcástica a una deshinchada Jenny Cannondale. Mientras la visto con sus mejores perfiles y la engraso como se merece, le confieso que esta será la última vez que correremos juntos. Por la forma cómo se deja ajustar el sillín me da a entender que ya lo sabía.

Empiezo mis entrenamientos de bike con salidas cañeras con los “solo bici” de John Galindo, mi amigo Jordi Pou y sus “12 del patíbulo” , los cuales alterno con tiradas largas de rodaje a ritmo con Kiki en su cuenta atrás al IM de Barcelona. Compenetrámos muy bien, series de relevos de 1 km a St Pol-Montgat-St-Pol, donde se entremezclaban cadencia, ritmo, sudor, ilusión, confianza y serenidad. A cada relevo le acompañaba una gran sonrisa y algún “quin mal!!..com cremen les cames”!!. Sesiones de swim de mar, la mayoría en solitario, de 1h-1h30 continuas, en línea recta desde el candado de la boya frente al Hub hasta la Roca Grossa y volver. Pero sin duda el grueso del entrenamiento de este IM se lo llevó el run. Tras el Altriman, rebrotó en mi la necesidad de correr, correr y correr como solía hacerlo “ just for fun”, correr en montaña había obrado el milagro. Ahora tocaba decodificar un ritmo lento, de zancada corta e irregular, propia de montaña, en uno rápido y de amplia zancada regular para el llano. Tras las últimas 3 tiradas largas de 23 km, 27km y 32 km sabía que estaba preparado, había llegado a la orilla de mi séptimo IM en los últimos 2 años, sin romperme y con una moral inquebrantable.

Aterrizamos en Palma dos días antes de la cursa, Mónica ya hacia horas que había desembarcado y nos esperaba plácidamente en el Port d´Alcudia. Un cubano muy simpático nos dirige entre risas y cachondeo caribeño hacia nuestro flamante Fiat 500 descapotable tuneado a lo Penélope L´amoure, con solo capacidad para dos elefantes delante y dos detrás. Mónica no hubiera entrado ni con calzador!!. Perdidos en un serpentín de asfalto dentro del parking parodiando un capítulo de Mr. Bean, finalmente salimos!!.. Kiki se suelta el pelo abrimos el descapotable y ..cap a Alcudia!.

Día previo a la cursa, tras una hora de rodaje suave con Kiki, Mónica y una fulana de alquiler, acompañamos a Mónica al bike check-in, le coloco a regañadientes su chubasquero azul. Aquello estaba plagado de guiris!!, de hecho en el briefing en catellano/catalá no éramos más de 40 tios!. Me encontraba inusualmente tranquilo, me movía en una suerte de rutinas y automatismos aprendidos de carrerilla dentro de este espectáculo circense embazado al vacío de la factoría de sueños IRONMAN. Era como entrar a un examen en el que crees conocer las respuestas. Se trataba de una cursa con bici exigente, maratón plana y perfectas condiciones ambientales para hacer un tiempo aproximado de 10h 30. En pleno briefing un whatss de Amanda me despierta de mi letargo: “are u ready?... nervioso??”, le respondo “ more than ready!.….nervioso?.K va..!!”. Siempre había dicho que si algún día no notaba hormiguillas en el pecho antes de un IM, lo dejaría. Tenía que buscar un click de motivación competitiva, me faltaba aquel punto de azúcar para espolvorear mi ensaimada y evitar que se me atragante, o lo que es peor….que pronto me haya olvidado de habérmela comido. Mientras conducimos de vuelta al hotel de Pollença, le digo a Kiki: “Saldré a muerte, a por todas, a petarlo, en cada segmento, sin estrategias… a ver qué pasa”. Sonríe y me responde: “ Sabia que ho faries….i ho faràs molt molt bé!!”. Era la pócima de Obelix!!, empiezo a notar cómo un ejército de hormigas rodean mi ombligo y se dirigen con determinación hacia mi garganta, una mezcla de ansiedad, temor y convicción me inundan. Volvía a sonreír, mis músculos se tensan, me siento vivo ..muy vivo, quería competir, estaba dispuesto darlo todo..

05:00 Malcomo unas tostadas y café, estaba nervioso ( k guay!!), cojo chip, neopreno, dos ladrillos flapjack y al Port d´Alcudia. Busco a Mónica entre un mar turbulento de bolsas azules iluminadas por una constelación de frontales. Zafarrancho de combate!!.. hoy será un gran día Mónica!!”, le digo. La dejo a punto y concentrada. Nos dirigimos a la playa leyendo el bombardeo de whatss del Els Matiners – GRACIAS!!! Siempre estáis allí- . En eso vemos como se nos anticipa un amanecer que descubre un gigantesco lago salado que se confunde en el horizonte con el resto del mediterráneo. Era el campo de batalla perfecto; Circuito en forma de M con salida australiana a los 2000 m, temperatura del agua 24,3 grados (al limite del neopreno), la cual no te cubría las rodillas hasta pasados 50-75 metros con lo que habría que correr al darse la salida. Me meto un gel que inadvertidamente contenía un concentrado de unas 258 capsulas de café Nespreso ristretto!!... buaaggghh!! Me meto al agua a calentar aún conmocionado por el chute que me acababa de meter. Me dirijo a la línea de salida, “Molta sort!!!” me dice una sonriente Kiki, nos abrazamos. Mientras me alejo me envía un “double blink” (todo un dardo de confianza y cariño). Me coloco en el grupo de 60´, si iba a arriesgar lo haría desde el principio. Estaba concentrado como si fuera la carrera de mi vida y… lanzo por primera vez la moneda al aire… la suerte está echada, a por todas!!. En eso….Boohh!!...Corro a zancadas largas adelantando gente (menuda tontería)..y me lanzo a nadar entre un vendaval de manotazos y patadas que emergían de una tupida cortina de burbujas. Me mantenía tranquilo y concentrado en la técnica, con las palabras de Santi resonando una y otra vez “ estira..fuerte hacia atrás…levanta la cabeza…estira…”. Había aprendido a esquivar en plan mátrix las hostias que me propinaban a babor y estribor, era una lucha cuerpo a cuerpo por no perder la posición. Tras el paso por la boya de 1 km se produce el cierre casi instantáneo del grifo de gaseosa – y de hostias- dejando entrever un fondo marino de un verde turquesa espectacular. Disfruto deslizándome sin perder la concentración ni el ritmo en sincronía con un grupo en el que nos controlábamos de reojo los unos a los otros. Como si de una ilusión óptica se tratase, veo como la vegetación del fondo marino crece vertiginosamente a mediada que las rocas se reducían de tamaño y se confundían con la arena. Nadé hasta que mis uñas rasgaron aquel manto blanco de arena por primera vez, me levanto y a correr!!! Salto a largas zancadas durante los casi 100 metros de salida australiana. Garmin: 35 min, el corazón me iba a mil!!..estaba compitiendo no podía dejar que mi grupo se escapara. Parecía como si la cursa acabara con la natación. Rebosaba optimismo, “ vaaa! Carlos vas bien , vas bien” me repetía una y otra vez mientras nos zambullíamos como salmones compitiendo por desovar en la boya más cercana. Último giro de boya, se ve a lo lejos el arco de llegada, aprieto aún más. Una fuerte rampa en el cuádriceps derecho parece quererme recordar que no me tocaba estar en esta posición. Sigo, “ya se pasará” queda algo menos de un metro de profundidad cuando paro, me pongo en pie y miro el Garmin: 1:00 , 4000 m . Pienso…”joder… se ha parado!”, le pregunto al guiri de al lado y me dice 59:50… Nos miramos y echamos a correr como posesos con el agua aún a la altura de las rodillas, unos 150 metros hasta el arco de llegada, cuando paso bajo él: 1:02..!! mi mejor tiempo en natación!!..esto iba muuuy bien!! Estaba más contento que un niño al que le han regalado su primera bici. Corro por la larguísima T1 como si de un triatlón olímpico se tratase, fuera neopreno, casco, zapas y dorsal…y a por Mónica. Bike park prácticamente lleno…que subidón!!. Kiki desde fuera me grita “ Carlooos moooolt bé…Enjoy!!”. Salgo de la T1 (4:01) cabalgo a Mónica y devoro un ladrillo como si de un panecillo se tratara.

Un circuito bike de una vuelta en forma de 8 de perfil ondulado con un puerto en el Km 120, en el que el viento de Garbí (Templat) le suele echar un pulso a la Tramontana. Inicialmente nos dirigimos hacia el sureste en dirección a Artá, una larga recta salpicada por un sinfín de rotondas hasta desembocar en una serie de toboganes superdivertidos, acompasados por la familiar música del ruuum.. ruuum ..ruuum de la lenticular de Mónica, reviviendo por un instante el IM de Australia. Íbamos enchufadísimos a ritmo de half (38 km/h), mi fiel Mónica estaba dispuesta a dar lo mejor de si en su última carrera. Km 32, llego a Artá y giro hacia el oeste en dirección Petra, cambio radical de paisaje, asfalto y desnivel. Subida al 3% con repechos del 6% por carreteras estrechas, entre los limites de campos de olivo, de asfalto rugoso y en mal estado y además, cómo no...con viento en contra!!. No era un terreno para el perfil de ruedas (80 delante y lenticular detrás) ni el desarrollo que llevaba, sin embargo mantengo posiciones. Me veo envuelto en un continuo de adelantamientos peligrosos por el volumen de gente y la estrechez de la carretera. Llegamos a Petra y nuevamente giro hacia el noreste, donde se levanta viento a favor!!...Buaaa!! iba entre colocado y acojonado volando en medio de adelantamientos kamikaze y gritos para no colisionar con otros al mejor estilo Fast & Furious. Km 60, pasamos la población de Santa Margarida. Me tomo medio gel estando acoplado y se me escapa de las manos, escucho que se aproxima una moto por detrás, dos jueces que me dicen: “para!”. No entendía nada y me dice uno de ellos sosteniendo una tarjeta roja en la mano: “¿sabes que tirar material es descalificación directa?”, le respondo muy acojonado por dentro: “ si lo sé, pero no lo he tirado, se me ha caído” y le enseño mi estuche lleno de envoltorios. Me mira como quien te perdona la vida y se marcha sin decir “ni pio” al gran pelotón que, en descarado drafting, nos estaba adelantando en ese momento…subrealista!!!. Intento reponerme del susto y volver a tener buenas sensaciones, cojo nuevamente ritmo de crucero y enfilo con rabia el Port d´Alcudia. Ritmo frenético!!, se trataba de darlo todo asumiendo los riesgos…looking for the best…expecting the worse .Al llegar a Port d´Alcudia (Km 100) miro el Garmin y calculo que a este ritmo, y teniendo en cuenta el puerto que viene, me puede salir un bici de 5h15. La sola idea de acercarme a las 10 horas en un circuito de estas características me seduce y se apodera de mi. Una gran multitud te espera en la rotonda de Port d´Alcudia, salgo de la rotonda entre los gritos de la gente y doy rumbo a Pollença. Rodando paralelo al mar, disfruto en mi rostro una suave brisa que iría in crecendo por la rolada del viento hacia norte, era la Tramontana ganándole el pulso al Garbí. Llego a la rotonda de Pollença, donde escucho un “guapo!!”  era “Nice legs” con el mono del Team. Pocos metros después, una rampa ahora en el cuádriceps izquierdo me rescata de mi momento de “vanidad de todo a un euro” para mostrarme que la moneda que había tirado al aire en la línea de salida había caído – si que había tardado-….y había caído cruz!!. La “madre de todas las pájaras” se estaba apoderando de mi y se ensañaba con ambos cruadriceps y psoas. Forzado a reducir ritmo y cadencia mis piernas se agarrotaban, pesadas como los troncos que levanta Mikel, no tiraba. Era el km 110, una pájara en el peor momento, a pocos kms de iniciar la subida a un puerto. Comía y bebía mientras me intentaba animar “ Vaaa…Carlos esto pasará, siempre es transitorio se pasará antes de llegar al puerto”…y un huevo!!.. Empieza mi subida al “Calvario” de LLull ( Km 120), como una subida a Sant Grau de 10 km…buffff y no levantaba cabeza. Me adelantan pelotones y pelotones, sin exagerar creo más de 200 participantes, algunos incluso me animaban. Yo que hace 2 meses subía los puertos del Altriman con energía y determinación, ahora sucumbía penosamente retorciendo sobre mi Mónica con relativo poco desnivel, todo un baño y una lección de humildad. Pensaba en algún momento en parar y estirar, pero con el riesgo de no poder subirme otra vez a la bici. La lenticular se había convertido en un lastre que me anclaba al asfalto. Mónica me mira desconsolada, le digo “No has sido tu!!..he sido yo el que ha petado”. A resultas del chaparrón goteaban desde mi y hacia el cuadro de Mónica gotas de sudor cargadas de soberbia. Había arriesgado como nunca, había salido a petar y había petado. Pero qué coño!!.. también había sido valiente, estaba viviendo una experiencia totalmente nueva para mi y estaba aprendiendo de que no hay rival pequeño ni IM asequible. Tenía que salir del pozo y buscar the flap side of the coin ..Si!!.. tenia que recomponerme, mirar positivamente, pensar que el baño de humildad se convertiría en un monzón de sabiduría. Me distraigo con unas vistas espectaculares de la Sierra de Tramontana mientras saludo y sonrío a la gente que me adelanta. Llego al avituallamiento de la cima del puerto y bebo un milagroso bidón de coca-cola. Me repongo como si me hubieran puesto una inyección de adrenalina en el corazón en plan Pulp Ficcion, y me enfrento a los últimos 5 km de repechos antes del descenso. Bajada muy técnica, rápida y peligrosa con curvas sinuosas y gravilla. Vuelvo al terreno llano (Km 150) con un fuerte viento de Tramontana en contra, pero me encontraba totalmente repuesto. Convenzo a Mónica para darlo todo y maquillar de alguna forma el desastre, así que vuelvo a tirar la moneda al aire…y si!! Esta vez sale..cara!!.. (aunque sea la del pasmao de Felipe VI). Yo parecía otra persona, en otra vida distinta, nada tenía que ver con el que habíamos dejado lamentándose en el puerto 30km atrás. Me acoplo, aprieto los dientes y con toda la rabia contenida me lanzo a la caza de la T2. Voy a un ritmo mantenido de 36-38 km/h con viento en contra y adelantando, nuevamente como si la cursa se acabara en la T2. Llego a la T2, 5h 49 de bike, tal como me había ido lo consideraba un tiempazo. Me encuentro la misma imagen de bike park lleno de bicis que en mi llegada del swim a la T1 pero con una sensación diametralmente opuesta.

Me calzo las bambas, giro dorsal y dejo dentro de la bolsa de transición el casco y todos los malos momento pasado en la bici. Me llevo dos geles en la mano y una buena lección en la cabeza. Sigo mi plan, me había entrenado muy bien para esta maratón, “empieza siempre más lento de lo que consideres lento” me repetía  a mi mismo, primeros Km a 5:25 entre un ambientazo descomunal. No habían ni dos metros, durante las 4 vueltas y media de recorrido, en el que no te estuvieran animando. El calor apretaba “de valent” así que tocaba hidratarse a tope. Km 12, voy controlando y a buen ritmo ( 5:15) y veo por primera vez a Kiki que me pregunta “ que tal? Como vas?, respondo “he petado en la bici”, me grita “dosifica, dosifica..sabes como hacerlo”. Si sabia como hacerlo…Km 18, sigo con buenas sensaciones, con un gel en una mano y la puta monedita que me pica en la otra. Decido tirarla al aire por tercera vez y aprieto el ritmo primero a 5:10, luego a 5:00 y a 4:50. Km 24, un amasijo muscular eclosiona en mis isquios de la pierna derecha dejándome clavado del dolor, miro al suelo y cae la moneda…cruz!!..mierda!. “Va! tranquilo “.. paro estiro un rato observando pasar a la manada de Ñues que había adelantado previamente. No caminaría ni de coña, si lo hacia no podría volver a correr. Tocaba nuevamente controlar ritmos (5:50-6:00 y gracias!). Km 30, estaba cabreado!!, me encontraba mental y metabólicamente bien, pero a poco que apretaba el paso las rampas, cual brazalete de presidiario en libertad vigilada, me recordaba que había un límite que no podía pasar, de hecho me veía forzado a parar y estirar varias veces… y ver pasar la misma manada de Ñues una y otra vez. Sin duda, aunque no lo quería aceptar, estaba pagando el esfuerzo y la petada de la bici. Me estaba debatiendo en una lucha interna entre incrementar progresivamente el ritmo con riesgo de romperme y no acabar o mantenerlo y no bajar de 11 horas. Como animaba la gente!! En especial unas chicas vascas con una Ikurriña que cada vez que me acercaba ellas me gritaban “Aupa Carlos” yo sin decir nada les hacia el saludo surfer con la mano, a lo que ellas respondían al unísono con un  “Heeeeyyyyy…” que risas.  Km 38, me acaban de poner la pulsera de la cuarta vuelta, solo quedan 4 km!!... Pienso a este ritmo no bajo de 11 horas ni de coña, me puede la tentación y lanzo la moneda por cuarta vez. Tenía que acabar el Grand Slam de esta temporada a lo grande, si había un momento en el que había que darlo todo y apretar era precisamente …ahora!!! Incremento el ritmo 5:00, 4:30.. en mi mente solo estaba el arco de llegada. Murmuro hacia mi interior “Vamos!!..cabeza y cojones!!. Kiki me ve y me dice “..( algo muy bonito que queda entre ella y yo …sorry!)” Aprieto aún más sin pararme en el último avituallamiento. Solo escuchaba mi respiración rugosa y jadeante con los gritos de la gente como un ruido de fondo muy lejano. Faltan 2 km y las piernas me envían un SMS “ knock, knock!!” pero no podía parar, tengo el arco de llegada a la vista y la sensación de que la siguiente zancada podría ser la última. Me empieza ha embargar una gran sensación de felicidad, alfombra roja y sprintando… últimos 20 metros de una temporada única, irrepetible, donde he conocido otras expresiones del triatlón. Un año en el que he compartido, sufrido, querido, llorado, he estallado de la alegría, he conocido gente increíble, he recibido mucho más de lo que he sido capaz de dar, he perdido, he ganado, he arriesgado, no he temido, he competido en terrenos, desniveles y latitudes diferentes.. he vivido intensamente!!!.

A pesar del gran sprint de 4 km finales cruzo la meta en 11:00:42, ha caído cruz!!….. pero mi alegría no podía ser más grande.

 

Carlos

 

 

           

 

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Beyond the limits. Carlos Molina cmolina@vhebron.net